Un engaño polifacético: La toma de poder de COVID-19 como "crimen organizado"

 

Muchos agujeros están atravesando el grueso muro mental de obstrucciones generadas por los medios de comunicación con la intención de bloquear la amplia comprensión pública de la toma de poder de COVID-19. La falsa lucha para derrotar al coronavirus de las celebridades está siendo ampliamente expuesta como un engaño polifacético.

A medida que los engaños se hacen añicos, cada vez más personas empiezan a abrir sus mentes a la profunda naturaleza de los peligros reales que nos envuelven.  En este proceso, los mafiosos de COVID están perdiendo el control de la narrativa dominante. Los acosados defensores de la narrativa están cada vez más desesperados por desviar la atención pública de la escena de los crímenes de COVID.     

A pesar de las tácticas de distracción, cada vez son más los que se dan cuenta de que los depredadores humanos, y no la invasión por sorpresa de un nuevo tipo de germen, son los principales culpables del malestar que nos invade. Nuestra economía, nuestros derechos, nuestras libertades, nuestras instituciones y, cada vez más, nuestras propias vidas y nuestro bienestar están siendo atacados a medida que la toma de poder de COVID-19 avanza hacia nuevas fronteras de infiltración subversiva.

Algunos de los implicados en la toma del poder han expuesto su verdadera agenda celebrando el colapso de las formas existentes de economía política. Han alabado la destrucción de nuestros sistemas de soporte vital como un recurso necesario para despejar el camino hacia una transformación estructural masiva a veces descrita como el Gran Reinicio. Vea esto.

Este eslogan se entiende mejor como una frase cínica de relaciones públicas cuyo propósito propagandístico es disfrazar la despiadada toma de poder de COVID-19. En sus fantasías internamente contradictorias, los devotos de Davos que impulsan la idea de un Gran Reinicio, imaginan una utopía verde y “woke” bajo el puño de hierro digital de la dictadura corporativista.

Para anticipar hacia dónde nos lleva esta toma de poder, solo necesitamos evaluar la trayectoria de los acontecimientos que se han producido desde 2020. Se ha vuelto abrumador el peso de la evidencia de que las medidas COVID impuestas en nombre de salvaguardar la salud humana están haciendo precisamente lo contrario. Los confinamientos por el COVID aceleraron una calamidad económica ya avanzada y las inyecciones han puesto en marcha una enorme catástrofe mundial de salud pública que aún en ciernes.

Vea esto.

el supuesto principal remedio para la mal llamada pandemia, hasta ahora han llegado a los brazos de más de la mitad de los 8 mil millones de habitantes del mundo.  

Las inyecciones de COVID, el supuesto remedio principal para la mal llamada pandemia, hasta ahora han llegado a los brazos de más de la mitad de los 8 mil millones de habitantes del mundo.  Por imperfectas e incompletas que sean, las pruebas apuntan a la conclusión ya ineludible de que estas inyecciones están haciendo que una proporción muy elevada de sus receptores enferme más que mejore. Las inyecciones truncan la esperanza de vida, no la prolongan.

Además, todos aquellos que han recibido las vacunas se vuelven más vulnerables a toda la gama de enfermedades infecciosas, incluida la COVID-19. Las inyecciones de COVID están destruyendo subrepticiamente la inmunidad humana, un proceso de sabotaje biológico que se vuelve cada vez más grave con las inyecciones repetidas.

Además, todos los que han recibido las inyecciones son más vulnerables a toda la gama de enfermedades infecciosas, incluida la COVID-19. Las inyecciones de COVID están destruyendo subrepticiamente la inmunidad humana, un proceso de sabotaje biológico que se hace cada vez más grave con las inyecciones repetidas.

El objetivo de este ataque a la inmunidad natural es promover las condiciones para un régimen permanente y universalmente obligatorio de inyecciones desde la cuna hasta la tumba. Las maravillas de la inmunidad natural están siendo despojadas de los seres humanos como parte de un asalto más amplio diseñado para hacer a la mayoría de la gente más dependiente de nuestros señores para nuestra propia supervivencia.

Promover la reingeniería industrial de la biología humana

La Organización Mundial de la Salud desempeñó un papel importante en este ataque coordinado contra la inmunidad innata a través de su redefinición estratégica de la "inmunidad de rebaño." Antes de octubre de 2020, la OMS reconocía que las poblaciones pueden alcanzar la inmunidad colectiva -inmunidad de rebaño- mediante una amplia "inmunidad natural desarrollada a través de infecciones previas." Después, la OMS proclamó que la inmunidad colectiva sólo puede alcanzarse cuando se llega a un "umbral de vacunación." Vea esto.

Este pronunciamiento de la OMS promovió la afirmación inexacta de que la inmunidad inducida por la vacuna es más eficaz que la inmunidad natural. La principal división sanitaria de las Naciones Unidas sancionó así lo que equivalía a una toma de control industrial de los mecanismos centrales que rigen las interacciones humanas con las enfermedades.

Este cambio ayudó a despejar el camino para el impulso global de universalizar las inyecciones de COVID-19, una campaña sin precedentes que ahora podemos ver en retrospectiva como la punta del iceberg en la toma tecnocrática de la autonomía corporal. Hasta ahora, ni los gobiernos ni los medios de comunicación han concedido casi ningún espacio para el debate público abierto y el debido proceso democrático sobre la aplicación corporativa de esta agenda transhumanista.

Nosotros, los conejillos de indias humanos inducidos a episodios no regulados de experimentación médica no consentida, no hemos sido tratados en el proceso de toma de decisiones sobre cómo nuestros propios cuerpos van a ser invadidos, reconstituidos y controlados. Si nuestros amos ya han decidido que incluso nuestras propias personas ya no nos pertenecen, ¿qué más podemos esperar de las próximas etapas del "Gran Reinicio"?

Las inyecciones de COVID han proporcionado el principal punto de entrada que permite al Estado de vigilancia penetrar bajo la piel de las personas como parte de la reingeniería industrial de la biología humana. Este proyecto de ingeniería en curso se extiende a la continuación de la búsqueda imperial de la conciencia y el control total de la información, incluso sobre el flujo digital de dinero sin efectivo. Muchos de nuestros gobernantes de alto nivel quieren empoderarse aún más haciendo que los sistemas de dinero sin efectivo vinculados a la puntuación de crédito social sean la base para el control de IA de todas las transacciones financieras.    

En consecuencia, la imposición de la mayor campaña de inyección de la historia destinada a inocular a toda la población del mundo es cualquier cosa menos segura y humanitaria. Más bien, esta campaña es un elemento clave en una decidida toma de poder impulsada sobre la base de un enorme fraude. En lugar de ofrecer protección, las inyecciones tóxicas están arruinando y apagando vidas en lo que está demostrando ser, con diferencia, el mayor escándalo médico de todos los tiempos.

Mira esto.

A la vista de estos acontecimientos, los guardianes de los mitos de COVID siguen intentando borrar y ocultar todas las pruebas que pueden de las muertes y lesiones provocadas por las inyecciones. Siguen empeñados en que no debe permitirse que nada ponga en tela de juicio el cuento de hadas de que las inyecciones de COVID son seguras y eficaces.

¿Errores honestos o intenciones maliciosas? 

La rápida exposición que sugiere la inmensa escala del fraude COVID está ocurriendo a la vista de los muchos millones de personas que han aprendido a esquivar los engaños de los medios de comunicación del régimen, ahora desacreditados. Los buscadores de la verdad han estado alimentando y absorbiendo esta avalancha de revelaciones. Han desarrollado habilidades de pensamiento crítico e independiente, suficientes para reconocer fuentes de información generalmente fiables relacionadas con COVID.

Sin embargo, aquellos capaces de hacer las distinciones necesarias entre fuentes creíbles y fraudulentas siguen siendo una minoría.  ¿Se convertirá ahora este grupo minoritario en mayoritario a medida que más y más personas pierdan a sus seres queridos o verán cómo el sistema médico niega el reconocimiento, la empatía y el tratamiento adecuados a familiares que saben perfectamente que han sido gravemente perjudicados por las inyecciones?

¿Cuánto más mentiras y abusos graves, incluidos actos de asesinato premeditado, pueden soportar los ciudadanos antes de indignarse lo suficiente como para exigir algún tipo de responsabilidad a los funcionarios de COVID? 

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¿Qué ocurrirá con aquellos que hasta ahora han confiado en las autoridades gubernamentales y en los medios de comunicación para que les guíen a través de los supuestos remedios promovidos como si tuvieran la capacidad de aliviar y poner fin a las supuestas aflicciones de COVID? ¿Seguirán la escala y la intensidad de las nuevas revelaciones sobre los graves daños que se están produciendo en nombre de la lucha contra el COVID empujando a la opinión pública mundial en una dirección positiva?

¿Los que hasta ahora han confiado en la guía de las figuras de autoridad que supervisan el fiasco de COVID encontrarán el valor para dejar a un lado su credulidad y empezar a plantear algunas preguntas escépticas pertinentes?

¿Podrá la opinión mayoritaria ser lo suficientemente firme como para darse cuenta de que nos hallamos en medio de una monumental toma de poder tergiversada como respuesta basada en pruebas a una emergencia médica? ¿Se desarrollará la conciencia pública hasta el punto de que una ciudadanía vigilante, despierta y bien informada pueda presentar demandas respaldadas por el peso de una opinión pública sólida?

El núcleo de estas demandas debe exigir a los funcionarios públicos que formen equipos creíbles de investigadores objetivos con la experiencia necesaria para explorar con conocimiento de causa muchas preguntas sin respuesta. Varias de estas cuestiones vitales han sido sacadas a la luz por denunciantes concienzudos que a menudo se han enfrentado a severas recriminaciones por señalar las mentiras y los crímenes de la oficialidad COVID.

Como en el caso de las "cárceles médicas" creadas para los pacientes de COVID en, por ejemplo, el Amita Health Resurrection Center de Chicago, las pistas descubiertas por denunciantes como la Dra. Elizabeth Vliet suelen ser muy importantes. Deben ser seguidas por el trabajo de investigadores profesionales armados con amplios poderes de citación. Si se hacen correctamente, muchas de las investigaciones tendrán que dar paso a la presentación de cargos penales contra algunos de los peores culpables de COVID.

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Antes de que la sociedad en su conjunto empiece a aceptar las importantes revelaciones de irregularidades cometidas por COVID que ahora se han hecho públicas, mucha gente tendrá que examinar críticamente sus propias suposiciones sobre lo que salió mal. Es natural suponer en primer lugar, por ejemplo, que cualquier falta de respuesta adecuada a los caprichos de la debacle de COVID debe ser accidental, resultado de, digamos, errores honestos, simples malentendidos o tal vez incluso de una desafortunada incompetencia.

No cabe duda de que la incompetencia, la estupidez y la ingenua complicidad de algunos funcionarios han desempeñado un papel en la génesis de la debacle del COVID. Sin embargo, cualquier suposición de que esta explicación es suficiente por sí misma para explicar la profundidad de nuestro dilema actual es sencillamente errónea.

También es errónea la tendencia a explicar la naturaleza genuinamente delictiva de la operación COVID con la idea de que todos los profesionales implicados se limitaron a hacer todo lo posible para responder a una serie de circunstancias desalentadoras, desconocidas y sin precedentes. Sin embargo, ahora puede demostrarse que muchas de esas "circunstancias sin precedentes" fueron cuidadosamente planificadas y ejecutadas.

Estas evaluaciones superficiales e incompletas sobre la naturaleza de la apropiación del poder por parte de COVID-19 sólo dejarán a la sociedad más vulnerable a crímenes aún más audaces en el futuro. La continua búsqueda de botín adicional por parte de los multimillonarios y sus cómplices se logra mejor implementando métodos de control más completo.

El Dr. Michael Yeadon ha reflexionado sobre la dificultad que han tenido ahora y en el pasado las personas para tomar medidas que impidan el ascenso de regímenes despiadados cuyos líderes parecen decididos a causar grandes daños. Ha escrito,

"Muchos se han preguntado por qué la gente no se resistió a los tiranos en el pasado. En parte es por miedo. Pero es más que eso. Es que la gente normal, como tú y como yo, simplemente no puede imaginar ser tan malvada. Confiamos en la humanidad. Y así deberíamos hacerlo. La mayoría de la gente es buena. Pocos son realmente aterradoramente horribles. Pero algunas lo son. Es la incapacidad de creer que está ocurriendo lo que realmente impidió que la gente se opusiera cuando debía, cuando las pruebas eran inequívocas pero aún no habían llegado a su puerta, a su familia".

Una buena manera de avanzar hacia un compromiso más proactivo con los acontecimientos amenazadores es evitar la dependencia excesiva de las suposiciones. Para trascender el ámbito de las suposiciones hay que hacer preguntas, muchas preguntas, dirigidas especialmente a quienes reclaman imperativos especiales para educar al público desde posiciones de autoridad bien recompensada.

Quienes caen en las zonas de peligro donde prevalecen las suposiciones sin fundamento suelen ser víctimas del pensamiento de grupo. En esta toma de poder de COVID-19, el pensamiento de grupo es a menudo promovido por las decisiones de los que dirigen muchos medios de comunicación.

Desde que comenzó la debacle en 2020, los medios de comunicación ha estado llevando corderos humanos a recibir sus pinchazos en los altares de sacrificio de la religión televisiva que predica la redención de la infección por COVID. Los médicos han desempeñado el papel que se les ha asignado en la matanza ritualizada, la lesión y la anulación de la inmunidad natural de los que han sido sometidos a la aguja de la replicación invasiva de la proteína espiga.

Romper la cohesión social mediante la idea de que todos somos un peligro biológico para los demás 

¿Cómo es posible que los gobiernos de la gran mayoría de los 195 países del mundo hayan cometido esencialmente el mismo conjunto de errores al reaccionar ante el mismo conjunto de circunstancias? La repetición del mismo conjunto de respuestas erróneas a la crisis fabricada del COVID comenzó casi de inmediato.

El paso decisivo se produjo con la decisión sin precedentes de seguir el ejemplo de China en cerrar el elemento vital de libre movimiento y circulación de la sociedad global. Los nuevos obstáculos establecidos se extendieron en muchas direcciones, incluida el estrangulamiento de determinados aspectos del comercio y el trabajo.

Los confinamientos se construyeron con la vista puesta en poner obstáculos particularmente altos a las transacciones que apoyaban a las pequeñas empresas, a la clase media y a la independencia de los trabajadores. Los confinamientos  aceleraron enormemente la succión de activos de la mayor parte de la humanidad a un minúsculo contingente de ricos muy por encima del 1% más rico.

Especialmente afectados fueron los cerca de mil quinientos millones de trabajadores de los países de renta baja, donde el empleo informal es más común.

Vea esto.

Los confinamientos fomentaron la idea de que incluso las personas sanas son un peligro biológico potencial para los demás; que todo el mundo tiene motivos para considerar a los demás como sospechosos a los que hay que despreciar, desconfiar y someter a muchas formas de distanciamiento. Esta ruptura de la cohesión social contribuyó a las estrategias imperiales de divide y vencerás.

La aplicación rápida y uniforme de una afirmación tan invasiva del poder estatal indica que alguna autoridad mundial fue la fuente común de las directrices a los gobiernos nacionales. ¿Qué autoridad mundial estaría en condiciones de imponer por la fuerza una política conformista a la mayoría de los sistemas nacionales de salud pública de todo el mundo?

Sin duda, el FEM ha desempeñado un papel importante. Pero el FEM recibe sus órdenes, en última instancia, de los responsables de las corporaciones globales y de los banqueros que facilitan sus operaciones. Sólo las instituciones bancarias internacionales y sus apoderados corporativos, incluidos BlackRock y Vanguard, estarían en condiciones de obligar a casi todos los gobiernos nacionales a dar respuestas tan uniformes y coherentes.

Las terribles implicaciones de este formidable despliegue de musculatura geopolítica deben afrontarse con determinación. Más que eso, la cleptocracia existente que forma el sistema financiero dominante debe rehacerse para servir eficazmente a toda la humanidad, no sólo a una minúscula minoría dentro de ella.  Los cambios necesarios apuntan en una dirección muy diferente a la del Gran Reinicio propugnado por el FEM y su mascota y lacayo más molesto, Justin Trudeau.

La búsqueda diletante de Trudeau de extender la gobernanza "postnacionalista" es representativa de fuerzas mayores que apuntan a la humanidad hacia la esclavización masiva. Trudeau personifica a una clase emergente de vendedores ambulantes que intentan replicar el ejemplo del jefe del crimen "filantrópico", Bill Gates.

Sólo construyendo expresiones financieras de autogobierno nacional podremos los pueblos del mundo escapar de una mayor trampa en la toma de poder de COVID-19 y en todas las demás crisis fabricadas que se están haciendo derivando de ella.

La estimulación del miedo y la confusión sobre todo, desde la viruela del dinero a la hambruna generalizada, está ayudando a frenar una investigación cuidadosa de quién y qué está detrás de la toma del poder de COVID-19. En lugar de dejarnos distraer por más rondas de miedo fabricado, tenemos que mantenernos firmes. Debemos exigir medios formales de investigación de las pruebas de la criminalidad organizada que facilita la crisis COVID fabricado cuyos resultados devastadores siguen desarrollándose.

Vea esto.

 

De la reducción de la huella de carbono a la eliminación masiva de personas

El acuerdo de París sobre el cambio climático alcanzado en 2015 puede imaginarse como un preludio de la adopción de políticas casi idénticas por parte de casi todos los gobiernos nacionales en respuesta al supuesto nuevo coronavirus.

A las pocas horas de jurar su cargo en enero de 2021, el presidente estadounidense Joe Biden autorizó la adhesión de Estados Unidos al acuerdo de París.

El Foro Económico Mundial fue uno de los principales actores que atrajo a los gobiernos de todos los países del mundo al acuerdo de París. Para quienes beben del Kool-Aid (N.del T. para comprender la expresión kool- Aid) del FEM, el objetivo de reducir e incluso eliminar la "huella de carbono" de las personas comienza con la búsqueda de la descarbonización de toda la producción energética.

De ahí se pasa a concebir a las personas como cánceres que hay que eliminar. En la mente de los señaladores de virtudes con más derechos del mundo, la población mundial está compuesta por rebaños humanos que hay que sacrificar y reducir para conseguir un mundo más verde y saludable.

La toma de poder de COVID-19 y su expresión en el Gran Reinicio están destinadas a reducir la huella de carbono global de la humanidad. De hecho, el programa de inyección parece bien calculado para anular todo tipo de huella de aquellos humanos eliminados en la libración de una guerra secular pero santa para vencer la enfermedad, la superpoblación y el calentamiento global.

Las preocupaciones anticarbono y antihumanas de los regímenes títere que dominan los gobiernos occidentales están tomando la forma de intervenciones sin precedentes para ralentizar el ritmo y reducir la escala de la actividad económica. Los medios clave para que esta contracción se produzca son hacer que los alimentos y los combustibles fósiles sean más escasos y caros. Vea esto.

El objetivo de imponer frenos a la actividad económica constituye una virtual sentencia de muerte cuyas primeras víctimas son millones de pobres. Esta iniciativa está siendo impulsada por las mismas personas que están presionando a la OTAN liderada por Zioamérica para que entre en conflicto militar con Rusia y China.

La promoción de actos de guerra simultáneos, uno dirigido a los que están en el frente interno y el otro destinado a provocar la hostilidad de las superpotencias con armas nucleares, es cuando menos extraña y temeraria. Se podría interpretar esta convergencia de escenarios en desarrollo como uno bien calculado para acelerar la eliminación masiva de personas.

Engaños operativos y conceptuales en las mentiras de COVID

El Dr. Michael Yeadon percibió en un principio el desastre médico que se estaba montando con la mal llamada pandemia como el resultado de una serie de graves errores. Poco a poco se fue alejando de este punto de vista. El Dr. Yeadon ha dejado constancia un relato muy rico de sus percepciones cambiantes de la oficialidad COVID. Vea esto.

A medida que la futilidad de su búsqueda para ayudar a la causa de la cordura médica se hizo cada vez más clara para él, el Dr. Yeadon gradualmente abrazó la opinión de que la debacle de COVID-19 no es un accidente que ocurrió al azar. Más bien, su conclusión profesional es que todo el fiasco es el resultado de un siniestro plan para infligir daño a propósito.

Al pasar por esta transición analítica, el Dr. Yeadon ha hecho explícitas las opiniones de muchos que están haciendo cambios similares de comprensión. El Dr. Yeadon habla en nombre de un círculo más amplio de participantes y testigos al concluir que la malicia, y no la incompetencia, es la principal fuerza motriz del fiasco de COVID.

El Dr. Yeadon aporta a su interpretación una gran experiencia y logros en el proceso de Investigación y Desarrollo en la creación de medicamentos comerciales. Fue vicepresidente de Pfizer, donde ocupó el cargo de jefe mundial de investigación en los campos de la alergia y las enfermedades respiratorias.

Cuando dejó Pfizer en 2011, el Dr. Yeadon fundó y dirigió una empresa de biotecnología, Ziarco. Novartis adquirió Ziaroco en 2017. Vea esto.

Consultor independiente de 30 empresas de biotecnología, el Dr. Yeadon es actualmente asesor científico jefe de America's Frontline Doctors.

A medida que la crisis de COVID fabricada cobró impulso, el Dr. Yeadon respondió participando en una colaboración constructiva con colegas profesionales. En febrero de 2021, el Dr. Yeadon formó parte de una respuesta realizada por Doctors for Covid Ethics. Vea esto.

La iniciativa D4CE se dirigió a la Agencia Europea del Medicamento. Los intervinientes acusaron a la agencia de ser "prematura e imprudente" al conceder a los fabricantes de inyecciones de COVID el equivalente europeo de la Autorización de Uso Urgente.

Entre las principales cuestiones que plantearon el Dr. Yeadon y sus colegas estaba que los nuevos productos médicos crearían casi con toda seguridad importantes déficits de salud al estimular "coágulos sanguíneos, hemorragias profusas y accidentes cerebrovasculares hemorrágicos." Vea esto.

La afirmación de D4CE de que estos productos inyectables experimentales deben ser retirados de la distribución pública ha sido repetida muchas veces por una amplia variedad de grupos científicos y profesionales de alto nivel. En el caso de la toma de poder del COVD-19, sin embargo, el principio de precaución, como tantas otras reglas axiomáticas de la salud pública y la seguridad pública, simplemente ha sido ddesechado en la prisa por infligir un daño generalizado.

En los meses que siguieron a la intervención ante la Agencia Europea del Medicamento, el Dr. Yeadon se convenció cada vez más de la inutilidad de apelar a agencias reguladoras corruptas en la búsqueda de la protección del público frente a los peligrosos productos médicos. La podredumbre y la corrupción de estos organismos reguladores capturados por la industria estaban sencillamente demasiado avanzadas. El verdadero proyecto, concluyó, era infligir daños médicos masivos con la intención de concentrar el control sobre la humanidad en cada vez menos manos.

Sus ensayos y entrevistas se fueron arraigando cada vez más en la tesis bien fundamentada de que todo el drama de COVID era una estafa de alto nivel carente de toda honestidad e intenciones benignas. En el curso del desarrollo de esta línea de análisis, el Dr. Yeadon fue autor de un conciso resumen titulado "Las mentiras de Covid". Vea esto.

Al esbozar su planteamiento, el Dr. Yeadon explicó que en 2020 había "intentado encontrar explicaciones benignas" para el desastre sanitario en curso, pero "no lo consiguió". Determinó que "el panorama general es de engaño extremo y fraude altamente organizado". Tal como él ve la saga COVID, "todo el evento está basado en mentiras".

Desde la perspectiva del Dr. Yeadon, estas mentiras son el resultado de una "planificación a largo plazo" destinada a provocar "actos deliberadamente perjudiciales" con "consecuencias letales". Toda esta metodología "da un manto de invisibilidad a quienes quieren cometer asesinatos en masa, literalmente", en un entorno "en el que tanta gente está dispuesta a imaginar que no está ocurriendo".

Está claro que el Dr. Yeadon no se anda con rodeos al dar una alarma con enormes implicaciones.

El Dr. Yeadon ve al final de este proceso la creación de un sistema de "pasaportes de vacunas" que son la puerta de entrada a un sistema global masivo de identificaciones digitales obligatorias bajo la propiedad privada de un leviatán corporativo. Y continúa,

"Añádase a esto [la toma de poder] un 'gran reinicio financiero' con la retirada del efectivo y la introducción de monedas digitales del banco central (CBDC) y tendremos una población totalmente controlada, controlada automáticamente sin intervención humana sobre el terreno. Todo lo que se necesita es exigir a la población que muestre su pasaporte sanitario o de lo contrario no se les permitirá cruzar un umbral regulado, como acceder a una tienda de alimentación, o realizar una transacción utilizando dinero digital a menos que los algoritmos de IA lo permitan."

La mayor parte del ensayo del Dr. Yeadon se compone de 12 subsecciones que identifican y explican la naturaleza de 12 mentiras de COVID. Dos de estas mentiras implican lo que él llama "el engaño conceptual central" y el "engaño operativo central".

El engaño operativo es el sistema inexacto de las pruebas PCR. Este procedimiento de diagnóstico produce gran cantidad de falsos positivos que se utilizan para infundir miedo y justificar la creación de una enorme infraestructura de operaciones COVID.

Durante un tiempo, la mayoría de los periódicos del mundo publicaron titulares diarios calculados para hacer cundir el pánico entre el público debido al "aumento de casos confirmados". Estas noticias fraudulentas no se basaban más que en los resultados sin sentido de una prueba cuyo inventor dejó muy claro que no estaba hecha para diagnosticar enfermedades. Vea esto.

El principal engaño conceptual fue la mentira de que el COVID-19 era un patógeno escurridizo que podía ser propagado prolíficamente por personas que no mostraban ningún síntoma de enfermedad. La mentira de la transmisión asintomática del COVID-19 abrió las compuertas de las falsas pruebas PCR. También abrió el camino a los confinamientos globales que asolaron la economía mundial y sometieron a los seres humanos a plagas de dolencias como el suicidio, la depresión, la violencia doméstica y el abuso de sustancias.

Los gobiernos de Canadá, los Países Bajos y la FEM se alían para disminuir los suministros de alimentos y promover las identificaciones digitales como condiciones para viajar en avión

Las identificaciones digitales y los llamados pasaportes de vacunas contra los que advirtió el Dr. Yeadon se están impulsando de muy diversas maneras. Por ejemplo, el Banco Mundial ha aportado 1.000 millones de dólares para financiar "nuevos marcos de pasaportes de vacunas entre países". Vea esto.

El enfoque estadounidense de los pasaportes de vacunas implica "una compleja red de asociaciones de Big Tech". Vea esto.

Una de las iniciativas consiste en un proyecto de colaboración entre el Foro Económico Mundial (FEM), el gobierno de Trudeau en Canadá y el gobierno de Mark Ruffe en los Países Bajos. La cooperación trilateral entre estas partes se dedica a poner en marcha un proyecto piloto denominado Known Traveller Digital Identity, KTDI. Vea esto.

Muchas de las personas que hicieron cola para recibir la inyección COVID lo hicieron voluntariamente para poder viajar. Este mismo grupo es el objetivo de la campaña para extender el poder de COVID a los documentos de identidad digitales globalizados.

El sitio web conjunto de KTDI/WEF describe la iniciativa como "la primera colaboración mundial de este tipo", que "permite viajar de forma más segura y fluida". Lo hará "permitiendo a los socios del consorcio acceder a declaraciones verificables de la identidad de un viajero".

Una de las formas en que los socios del KTID afirman que cumplirán el objetivo de "compartir datos y colaborar de forma transfronteriza" es adoptando la biometría. La biometría posibilita sistemas informatizados de reconocimiento facial que permiten a las autoridades "vincular la identidad digital con la persona física". Vea esto.

La misma asociación trilateral que respalda la iniciativa KTDI también se está poniendo de manifiesto a nivel internacional en la creciente resistencia al plan holandés-canadiense-FEM para reducir en un 30% el uso de fertilizantes que emiten nitrógeno. Los que están detrás de este recorte justifican la disminución resultante de los alimentos disponibles a la adhesión al plan de la Agenda 2030 de la ONU.

La resistencia concertada de los agricultores holandeses a este ataque contra su viabilidad económica se ha comparado a menudo con la respuesta del Canadian Truckers' Freedom Convoy a las acciones represivas del gobierno de Trudeau. Ahora, los movimientos de resistencia de los agricultores, tanto en los Países Bajos como en Canadá, están uniendo sus fuerzas contra los ataques similares a la producción de alimentos que están llevando a cabo sus propios gobiernos adoctrinados por el FEM.

La mitad del gabinete de Justin Trudeau son neófitos políticos que se han graduado en el programa de Jóvenes Líderes del FEM. Un documento titulado "Introducing the Government of Canada's Digital Ambition 2022" está muy en sintonía con la agenda del  Gran Reincio del FEM. En él, el gobierno de Trudeau expone su ambicioso plan para las próximas etapas de la toma de poder COVID-19 en formas más sofisticadas de vigilancia de software espía habilitado por las normas universalizadas en los ID digitales. Vea esto.

La extensa publicación web comienza con la afirmación: "Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, los canadienses han trabajado, comprado, aprendido y se han relacionado con el gobierno cada vez más en línea". La declaración continúa jactándose: "Durante la pandemia, el gobierno desplegó rápidamente programas nuevos e innovadores para apoyar a los canadienses."

Esta afirmación se aleja mucho de lo que realmente ocurrió. De hecho, el flujo unidireccional de comunicaciones COVID del gobierno canadiense tenía poco que ver con el "compromiso" o los "programas innovadores". Más bien, el máximo responsable del gobierno canadiense utilizó Internet para hacer públicos sus amargos ataques personales dirigidos a difamar, demonizar, segregar, amenazar y despojar de empleo a muchos canadienses que optaron por no recibir las inyecciones de coágulos patógenos.

La "consulta" prometida sobre las "Ambiciones Digitales de Canadá" probablemente continuará marginando y desestimando las opiniones de cualquier canadiense que no comparta las mismas agendas que el gobierno canadiense adoctrinado por el FEM.

Vea esto y esto.

El sistema de identificación digital KTID se promoverá sin duda como una salida al caos que se ha apoderado de la industria de la aviación. Uno de los ejemplos internacionales más notorios de este colapso en el negocio del transporte aéreo es el Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto. Opera dentro de la jurisdicción federal del gobierno de Justin Trudeau.

En la primavera y el verano de 2022, el aeropuerto Pearson acaparó muchos titulares internacionales al ser nombrado "el peor del mundo" por retrasos y cancelaciones de vuelos. La quiebra del sistema de aviación está estrechamente relacionada con la imposición de mandatos de inyección que provocaron la salida de miles de empleados del sector.

La salida voluntaria o coercitiva de masas de empleados experimentados de las aerolíneas que huían de la policía de inyecciones con poder federal de sus empleadores, constituye el elemento central del muy público colapso de la industria de la aviación. Vea esto y esto.

Entre los trabajadores de la aviación que cumplieron con las inyecciones y siguieron los mandatos se encuentran pilotos totalmente inyectados. Como receptores de las inyecciones del coágulo, el entorno de trabajo a gran altitud de los pilotos restantes los expone a un mayor riesgo de ataques cardíacos, derrames cerebrales y similares. Vea esto.

En consecuencia, los viajeros que consiguen volar se ven sometidos a la amenaza añadida de las catástrofes aéreas causadas por emergencias médicas en la cabina. Vea esto y esto.

El notorio desastre del aeropuerto de Toronto puede considerarse como un reflejo de la incompetencia de Justin Trudeau. Trudeau logra eliminar prácticamente todas las responsabilidades federales que toca.

Trudeau ha estado tratando el aeropuerto más concurrido de Canadá como un videojuego de la vida real para sus experimentos en, por ejemplo, pruebas aleatorias de COVID, cuarentena, y la imposición obligatoria a todos los pasajeros de la aplicación de viajes ArriveCan con código QR. Vea esto.

Esta aplicación ArriveCan ha sido descrita como "una pieza de tecnología de seguimiento glorificada con un registro de las vacunas COVID que has recibido". Básicamente, se trata de un pasaporte de vacunas camuflado, listo para integrarse en la infraestructura del proyecto KTID. Vea esto.

¿Podemos restablecer un Estado de Derecho junto con un modo de vida decente y razonable?

Christine Anderson, diputada del Parlamento Europeo, presidió recientemente una reunión en Bruselas sobre el caos en el transporte aéreo. En la asamblea se planteó que "es posible que los pilotos vacunados ya no estén en condiciones de volar".

El estado de deterioro de la traumatizada industria de la aviación se considera cada vez más un ejemplo elocuente del profundo malestar derivado de la aplicación masiva de las mentiras de COVID. Sólo ahora unos pocos valientes de muchas profesiones, instituciones e industrias desacreditadas están empezando a enfrentarse a las implicaciones de dejar de lado los principios de precaución para actuar según estas tergiversaciones. Véase esto y esto.

Las primeras etapas de esta agitación de autoreconciliación dentro del negocio de las aerolíneas señala el camino hacia procesos similares que deben tener lugar en toda la sociedad. No seremos capaces de restaurar nada parecido a un Estado de Derecho viable, por no hablar de condiciones de vida decentes y razonables, sin que nos enfrentemos al papel de las mentiras de COVID y los crímenes de COVID en la actual toma de poder de COVID.

En la segunda parte de este ensayo analizaremos más a fondo los factores que han llevado a la Sra. Anderson a contextualizar el fiasco de la aviación. Este fiasco se está desarrollando, reflexionó, como un aspecto en "el mayor crimen jamás cometido en la historia sobre la humanidad".

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Dr. Anthony Hallis

 LA CAIDA DE LOS DIOSES CONFERENCIA MADRID QUINTA COLUMNA FECHA CONFIRMADA
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El juego a terminado lo sabemos
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GAME OVER EL JUEGO HA TERMINADO