Transcripción en español de la intervención del Dr. Jacob Nordangård
Se trata de una emergencia, pero no para el planeta, sino para la humanidad. El medicamento recetado para sanar ostensiblemente el planeta parece estar produciendo efectos secundarios extremadamente graves que podrían causar grandes daños a la Humanidad si no lo detenemos inmediatamente.
Naciones Unidas:
Nuestra agenda común incluye 12 compromisos sobre cómo lograr un Nuevo Orden Mundial multilateral sólido. Se trata de no dejar atrás a ningún ciudadano del planeta y firmar un nuevo contrato social que defina nuestras obligaciones para proteger el planeta de las acciones humanas dañinas.
Nos compromete a reducir a cero las emisiones de dióxido de carbono para 2050 o antes. Esto implica una reestructuración total de nuestros sistemas energético y alimentario.
La transición requiere una vigilancia por satélite a gran escala y ciudades inteligentes, así como asignar a todas las personas y productos una identidad digital conectada a Internet para que nuestras huellas climáticas individuales puedan medirse y corregirse en tiempo real mediante la aplicación de un sistema de crédito social.
Nuestros beneficios deben sopesarse con el impacto de nuestras acciones en el bienestar del planeta.
Un código de conducta mundial garantizará el consenso sobre los hechos científicos básicos establecidos por el Consejo Científico de las Naciones Unidas, mientras que todos los datos sobre las actitudes, opiniones y elecciones de estilo de vida de las personas serán recopilados por una agencia mundial de inteligencia colectiva llamada Futures Lab.
Gracias a la inteligencia artificial, se podrán analizar los comportamientos y detectar los riesgos en una fase temprana. El Laboratorio de Futuros estará supervisado por un foro para las generaciones futuras y un enviado especial que hablará en nombre de las generaciones futuras.
Para aplicar rápidamente el plan, lo más probable es que se declare una emergencia climática mundial.
Esto desencadenará el establecimiento de una plataforma de emergencia que seguirá protocolos predeterminados y actuará al unísono para resolver la crisis.
El sistema de control global propuesto puede resumirse como sigue:
*Gobernanza ejecutiva
La ONU se ha convertido en un gobierno mundial con un parlamento mundial y un ejército permanente que, con el apoyo de un consejo científico, establece leyes, objetivos y directrices y los aplica con carácter ejecutivo.
*Gobernanza anticipatoria
Gobernanza anticipatoria mediante la recopilación de datos sobre los ciudadanos del mundo para estudiar las reacciones y el cumplimiento de las normas, así como para predecir acontecimientos futuros y proporcionar así una base para la toma de decisiones en curso.
*Gobernanza de las múltiples partes interesadas
Gobernanza en red con asociaciones público-privadas para aplicar las decisiones a todos los niveles de la sociedad.
Este plan, denominado "Pacto para el Futuro", será firmado -si los iniciadores tienen éxito en lograr sus objetivos- por los líderes mundiales en la Cumbre de las Naciones Unidas para el Futuro de 2024 y se aplicará en 2025. Todo ello para crear "el futuro que queremos".
El estado de emergencia y las reestructuraciones importantes están motivadas por el hecho de que varios de los nueve límites del planeta han sido superados o están a punto de ser superados, lo que significa que la humanidad ha entrado en la sexta extinción de masa.
Esta teoría, establecida bajo la dirección de Johan Rockström en el Centro de Resiliencia de Estocolmo, cuenta con el apoyo de actores como Future Earth, el Club de Roma, el Instituto de Potsdam y el IIASA. Constituyen nuevo sacerdocio científico que define los límites de nuestras acciones.
Entre los partidarios y promotores de esta agenda se encuentran las personas más ricas, poderosas e influyentes del mundo. Entre ellos se encuentran la élite mundial que forma parte de la organización asociada a las Naciones Unidas, el Foro Económico Mundial, y los 3.000 multimillonarios que poseen y controlan la economía mundial.
Esto se refleja, por ejemplo, en el proyecto Global Commons Alliance del Rockefeller Philanthropy Advisor.
Este proyecto cuenta con el apoyo de varias familias multimillonarias y sus fundaciones y organizaciones afiliadas. Ilustrado aquí por André Hoffman, de la Fundación MAVA. Vicepresidente del gigante farmacéutico suizo Roche, miembro del Club de Roma y fideicomisario del FEM.
En el centro de estos esfuerzos se encuentran la Comisión Trilateral, el grupo de reflexión estadounidense Council on Foreign Relations y su homólogo británico Chatham House. Estos dos últimos provienen del grupo de Mesa Redonda de Lord Milner que, desde hace más de 100 años, pretende crear un sistema de gestión global dominado por la élite anglosajona a la que, en última instancia, representan.
Son principalmente ellos quienes ocuparán el lugar los "depositarios del universo material para las generaciones futuras".
El cerebro mundial digital emergente tiene similitudes evidentes con la forma de sistema mundial que el escritor H. G. Wells propagó en su libro El cerebro mundial y el sistema cibernético en el que el individuo ha de estar subordinado al cuerpo mundial colectivo, que el profesor de filosofía Oliver Reiser describió en su libro Humanismo cósmico y unidad mundial.
En este contexto, merece la pena citar un muy buen análisis de la idea de Well sobre el cerebro global realizado por W. Boyd Rayward, que data de finales de la década de 1990.
En definitiva, el cerebro global de Wells puede describirse como sigue. Es la última y mayor expresión de la evolución sociobiológica. Será el órgano a la vez moldeado y responsable del éxito final de esa "conspiración abierta" mediante la cual los científicos y otros crearán un Nuevo Orden Mundial
Como aspecto fundamental de este Nuevo Orden Mundial, proporcionará la información necesaria para suprimir la disidencia y la diversidad. Estará controlado por una élite administrativa y científica antiindividualista y antidemocrática, el Receptor competente y de la orden del Samurái de nombre grandioso.
Estos "funcionarios" desempeñarán sus funciones y mantendrán sus regímenes administrativos represivos recurriendo a los conocimientos obtenidos de una enorme base de datos que contiene información sobre todos los aspectos de la vida de los ciudadanos bajo su control. Deberán gestionar cuestiones sociobiológicas más amplias relacionadas con el bienestar inmediato y el desarrollo evolutivo de la raza humana, incluida la eliminación de aquellos que no sean aptos para ser detenidos o destruidos.
Como se describe en mi libro Rockefeller - Controlling the Game (Controlando el Juego) y resumí brevemente en The Global Coup d'Etat (El Golpe Global) todo el programa global se basa en la teoría de que el dióxido de carbono (CO2) producido por el hombre, es el que ha causado el calentamiento moderado del planeta de alrededor de 1 grado Celsius que se ha observado desde el comienzo de la era industrial, en lugar de los ciclos solares, los procesos geológicos y astronómicos o una recuperación natural después de la última edad de hielo.
La teoría del dióxido de carbono fue desarrollada por el físico y eugenista sueco Svante Arrhenius ya en 1896, pero inicialmente no se tomó muy en serio. Posteriormente, la propuso el climatólogo y meteorólogo alemán Hermann Flohn, primero durante su servicio en la Luftwaffe nazi y después de la guerra, en colaboración con científicos estadounidenses y suecos.
En los años 50, la Fundación Rockefeller y luego la Rockefeller Brothers Fund empezaron a interesarse por el tema y a financiar a eminentes climatólogos como Roger Revelle, el sueco Carl-Gustaf Rossby y su doctorando Bert Bolin (quien, a su vez, involucró a Johan Rockström).
La teoría del dióxido de carbono también está estrechamente vinculada a las advertencias de que el crecimiento de la población mundial conducirá a una catástrofe maltusiana de hambruna y escasez de recursos si no se frena mediante un control riguroso de la población. Y ello a pesar de que estas afirmaciones catastrofistas han sido desmentidas en repetidas ocasiones.
Los modelos en los que se basa todo también parecen tener la misma fiabilidad científica que la adivinación en las entrañas (antropomancia) o en los posos del café (cafeomancia).
El climatólogo sueco Lennart Bengtsson señala que hemos recibido :
... modelos climáticos cada vez más avanzados, pero a pesar de ello, la incertidumbre es tan grande como antes, si no mayor.
Sin embargo, las imágenes amenazadoras que han producido han servido a un propósito mayor y más infernal. Dado que el objetivo de la familia Rockefeller y sus aliados de la élite financiera internacional era desde el principio crear interdependencia y un control central del planeta, la oceanografía, la meteorología y la salud mundial se consideraron áreas apropiadas para empezar, ya que no se detenían en las fronteras nacionales.
Ello permitió concluir acuerdos internacionales susceptibles de favorecer los intercambios internacionales y el desarrollo científico en estos campos.
Han contribuido a hacer del cambio climático la cuestión clave de nuestro tiempo, entre otras cosas financiando e influyendo en prácticamente todas las grandes conferencias, informes, organizaciones y acuerdos mundiales sobre el medio ambiente y el clima. El trabajo a largo plazo de los multimillonarios durante varias décadas para desarrollar lo que ellos llaman "desarrollo sostenible" ha conducido finalmente a lo que empiezan a parecer los dos acontecimientos más decisivos de la historia de la humanidad:
*la adopción de la Agenda 2030 en la Cumbre de la ONU de septiembre de 2015;
*la firma del Acuerdo de París (en la reunión de la ONU sobre el clima celebrada en París en diciembre de 2015), que fijó el objetivo de mantener el calentamiento global "por debajo de dos grados, pero preferiblemente por debajo de 1,5 grados".
Todo lo que queda es la Cumbre de la ONU para el Futuro en septiembre de 2024, con el Reglamento Sanitario Internacional actualizado de la OMS como arma, para que la tecnocracia totalitaria digital global se convierta en un hecho. Sin embargo, todavía tenemos una pequeña ventana de tiempo para contrarrestar esta agenda dando a conocer sus planes abiertamente declarados y dejando de cooperar con todas sus pequeñas partes y etapas.
Así, en un intento de influir en una pequeña parte de esas 16 partes por millón (ppm) de dióxido de carbono en la atmósfera (a lo que contribuirían las actividades colectivas del hombre), el mundo entero y todo lo que hay en él debe ser digitalizado, vigilado, controlado... y puede ser cerrado arbitrariamente y completamente por los administradores planetarios elegidos.
Esto también plantea algunas preguntas:
¿Cuánta energía se necesitará para hacer funcionar este cerebro digital mundial supuestamente necesario para crear "nuestro futuro sostenible"?
¿Es posible reducir significativamente las emisiones de dióxido de carbono sin ponernos bajo arresto domiciliario permanente, volver a la tecnología de la Edad de Piedra o sin exterminar a la mayor parte de la población de la Tierra?
¿Qué diferencia supondrá esto en la atmósfera y la temperatura de la Tierra?
Sin embargo, este "sistema perfecto" que se supone que nos ayudará a tomar las decisiones "correctas" desde la cuna hasta la tumba y que puede apagar la sociedad con sólo pulsar un botón tiene debilidades. Por muy bien planificado que parezca, nunca podrá vencer a la inteligencia natural que nos une.
La inteligencia artificial no es una verdadera conciencia capaz de imitar nuestras características humanas. No tiene capacidad para comprender, sentir o dar amor. Por el contrario, representa una visión vacía, mecánica, fría y mecanicista del hombre y de la vida, en la que no somos más que hojas en blanco que pueden remodelarse según la voluntad de los demagogos.
No debemos dejarnos embaucar y engañar para firmar un contrato social en el que entregamos nuestro poder a una máquina inteligente sin alma a cambio de "seguridad personal". No debemos caer en la tentación de elegir el camino de una distopía digital totalitaria para "salvar nuestro planeta".
Las élites ricas que han impulsado esta agenda han intentado insidiosamente controlar la verdad apoderándose y controlando la producción de conocimiento. Pero la verdad no es algo que pueda construirse sobre mentiras. La verdad es absoluta y constituye el verdadero soberano. No se puede poseer la ciencia. La ciencia es un método para encontrar la verdad, no una visión del mundo en sí misma.
No es posible esconderse detrás de capas de mentiras a largo plazo, por mucho dinero, poder o influencia que se tenga. Esto se aplica en particular a todos aquellos que, a través de medios sofisticados, han hecho de la mentira la religión de nuestro tiempo.
Ha llegado el momento de desenmascarar este juego fraudulento. Ya no hay ningún movimiento de ajedrez que pueda salvar su situación. Al contrario, cada movimiento que se hace despierta a más y más personas para que empiecen a ver y a hacer preguntas.
Es ahora cuando debemos tomar la decisión de ser liberados por la verdad o encadenados por la mentira. Creo y estoy convencido de que una fuerza cobra vida dentro de nosotros cuando nos vemos amenazados como especie y nos reúne con todas las personas que necesitamos para derrocar a las fuerzas que, en última instancia, nos amenazan. Es como una ley de la naturaleza. Ninguna inteligencia humana o máquina puede en última instancia superar la inteligencia natural o la fuerza vital y situarse por encima de la verdad.
Amén
Dr. Jacob Nordangård
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Véalo el Forum en línea: https://rumble.com/v3g0co4-chiinu-forum-2023-un-agenda-21-and-the-great-reset.html