Hola a todos les traigo la segunda parte del articulo que estuvo publicado en una serie de artículos cortos (blogs) dentro de la comunidad técnico preocupado en Amino. El articulo es de Serendipia y como comprobaran es muy bueno.
Para el que no conozca esta serie American Horror Story en adelante AHS les dire que
Apocalypse es la octava temporada de la serie American Horror Story, una serie de terror antológica dentro del canal de TV de USA FX
Sin más, les dejo con el articulo que nos muestra un resumen de los capítulos 6 al 10 de la serie.
Pueden ver el
anterior articulo aquí.
American Horror Story: Apocalypse 2 parte
por Serendipia
Pero para saber quién es el Anticristo hay que ir al lugar donde nació, y es la mansión de la muerte de la primera temporada, conocida con el nombre de Morder House por las 36 muertes violentas que hubo dentro de ella. Esto lo vamos a ver en el capítulo seis.
Suelo ajedrezado, como no, nota UTP.
Constance Langdon (Jessica Lange), la abuela de Michael, es, según palabras textuales, la mujer que mejor conoce a su nieto, pues nació en esa misma casa cuya cocina tiene un suelo ajedrezado. Gracias a Constance vamos a saber que Michael encontraba gran placer torturando y matando animales para después dárselos a su abuela como si fueran regalos. Y aún así, eso no va a ser lo más peculiar acerca del pequeño Langdon. En el episodio que corresponde a la imagen de arriba vamos a ver cómo el niño Michael pasa a tener 10 años más de la noche a la mañana, literalmente. En realidad, no sé muy bien qué relación tiene este crecimiento anormalmente exagerado con el satanismo o el ocultismo, pero sí que creo que esto se puede usar como una metáfora para entender la mente del psicópata. Por norma general, este tipo de gente está acostumbrada a hacer lo que en cada momento le apetece sin importarles las consecuencias y sin tener en cuenta que pueda estar haciendo daño a otros; esto solo vendrían a ser efectos colaterales. La serie, al explicar que Langdon creció (físicamente) diez años de golpe, nos indica que la madurez emocional del psicópata está prácticamente al mismo nivel que la de un niño de no más de ocho años, porque el niño, al no haber alcanzado una fase de inteligencia emocional suficientemente desarrollada, vive para la satisfacción de sus necesidades más inmediatas. Es decir, Michael Langdon puede ser un genio intelectual, como se nos irá mostrando a lo largo del episodio, pero emocionalmente es igual que un niño.
Ahora, todo buen dios que se precie (entendiendo dios por la forma más oficialista) no es nadie sin sus adoradores, y en este caso vamos a tener a un adorador VIP. Hay que tener en cuenta que la línea temporal de la serie se sitúa aproximadamente en el 2009 para contar el origen de Langdon, de modo que el mismo La Vey nos deja claro que tuvo que fingir su muerte para prepararse cuando llegara el momento de conocer al Anticristo. De hecho, esta visita nocturna a Langdon se compara con la llegada de los tres Reyes Magos a Belén para adorar a su salvador, solo que en este caso ellos siguieron la estrella negra de occidente, según palabras textuales. La diferencia es que los regalos para su mesías no van a ser incienso, oro o mirra, sino el sacrificio de una mujer joven durante una misa negra. Pero por si esto fuera poco truculento, por si ver cómo le arrancan el corazón a la víctima para que Langdon se lo coma fuera poco escabroso, lo que también da pavor es ver cómo se produce el secuestro de la víctima, porque bien podría ser el ‘modus operandi’ de las sectas satánicas. La víctima fue recogida por Mead, de la que vamos a saber que fue la madre adoptiva de Langdon, en una parada de autobús mientras la joven esperaba bajo una lluvia torrencial. ¿Cómo iba esa chica a desconfiar de una amable mujer que se ofrece a llevarla hasta su casa con la tormenta que está cayendo? Lamentablemente, para cuando se da cuenta de que se ha metido en la boca del lobo es muy tarde. Primero se gana su confianza bajo una buena fachada, y el resto es historia.
Ahora volvamos con el personaje de Dinah Stevens en el capítulo siete. A lo largo de la serie vamos a ver que ella es una reina del vudú, alguien que conoce más que bien el uso de la magia negra. Este tipo de magia siempre será lo mismo, da igual que lleve el nombre de vudú o que lleve el nombre de satanismo; el fin es causar el perjuicio de un tercero. Cordelia se ve obligada a recurrir a los servicios de Dinah para encontrar una manera de detener el ascenso de Langdon al poder. ¿Y qué mejor forma de detener al Anticristo que invocar a Papa Legba (el hombre de la imagen de arriba) el mediador entre humanos y espíritus según la tradición del vudú haitiano?
Aunque Papa Legba no está considerado como un demonio, la serie nos lo presenta como si realmente lo fuera, ya no solo por la apariencia ni por el sonido gutural de su voz, sino porque además el precio que quiere a cambio de ayudar a Cordelia son las almas de todas sus brujas. En este punto, no hace falta conocerse al dedillo la cultura del vudú para relacionar a Papa Legba con otro dios de nuestra cultura que también necesita sacrificios humanos a cambio de favores. Y con esto en mente, vamos a hablar ahora de algo que ha pasado muy recientemente: ese supuesto ritual de magia negra que un grupo de brujas ha realizado contra Donald Trump, el juez Brett Kavanaugh, y el senador Mitch McConell. Si pensamos que nada de esto ha sido un teatrillo y de verdad han realizado magia negra contra ellos ¿qué contraprestación habrán tenido que aceptar las brujas a cambio? ¿Habrán tenido que sacrificar almas también para perjudicar a esos tres hombres? Independientemente de que ellos sean personajes para dar de comer aparte, lo preocupante en este caso es que se utilice la imagen de figuras públicas especialmente detestadas para hacer creer a la gran masa que cosas como estas son aceptables, y lo que es peor, que no se piense en las consecuencias que esto tiene; toda magia tiene un precio. Pero ya no es solo lo que ha sucedido en EEUU, sino que estamos viendo a nivel mundial que últimamente la temática de las brujas está cobrando un protagonismo espectacular, ya sea a través de series y películas, como de revisionismo histórico acerca de quiénes fueron las brujas y qué pasó realmente en los famosos juicios. Esta serie es un ejemplo de eso mismo, porque todo parece indicar que las brujas son las que van a salvar el mundo de caer en el mal, y no solo eso, sino que personajes como Cordelia son especialmente queridos por los seguidores de la serie, con lo cual tenemos que contar con que el factor emocional es importantísimo para cambiar la perspectiva del espectador. Y no lo digo porque me parezca mal que la gente empiece a investigar sobre la historia de las brujas y la brujería si realmente hay un interés genuino en saber quiénes fueron esas mujeres y su papel en la historia, sino porque no parece la idea más sensata del mundo empezar a jugar con magia sin saber lo que es la magia.
Dibujando sigilos satánicos como quien no quiere la cosa, nota UTP.
Pasando ahora al capítulo ocho, nos vamos a encontrar una tremenda reflexión acerca del satanismo y los satanistas, y todo gracias al colapso mental que sufre Langdon tras enterarse de la muerte de Mead (algo que sucede en el capítulo anterior). Como Cristo, Langdon se refugia no en un desierto pero sí en un bosque, no durante 40 días pero sí durante 4, esperando encontrarse consigo mismo y con su padre, buscando respuestas, trazando un pentáculo en la tierra cuya perspectiva desde ciertos ángulos nos recuerda más al símbolo del anarquismo que al símbolo satánico. Esto no sé si ha sido una intención de los propios creadores de la serie, pero la relación de la anarquía con el satanismo puede ser acertada y equivocada a partes iguales. Si entendemos la anarquía desde el punto de vista político-filosófico donde el objetivo es conseguir que los ciudadanos sean capaz de estructurar una sociedad sin el control del Estado, personalmente considero peligroso relacionar los conceptos de anarquía y satanismo, porque eso daría pie a pensar que la revolución contra el sistema gubernamental sólo conduciría a un panorama de destrucción donde los instintos más primitivos de las personas ya no tendrían ningún tipo de atadura porque no hay nada que lo pueda controlar; es decir, yo (Estado) tengo que controlar tu vida a todos los niveles (ser humano) porque sin mí serías como un animal irracional, de ahí que relacionen anarquía con satanismo y de ahí a creer que no pasa nada porque el Estado cometa “pequeños” abusos contra el ciudadano medio, porque en realidad sin él estaríamos mucho peor. Ahora, si entendemos la anarquía desde el punto de vista de pensadores como Piotr Kropotkin o Édouard Jourdain, cuya máxima es “haz lo que quieras y cómo quieras”, no es complicado relacionar estas ideas con las que tenían Aleister Crowley y Anton La Vey, y en este sentido, desde luego que la comparación de anarquismo con satanismo es acertada. Mientras un punto de vista considera que el ser humano es malo por naturaleza y por eso siempre va a necesitar un tercer factor que lo domine, el otro punto de vista se inclina hacia la bondad natural del ser humano, que por supuesto confía totalmente en que no se vaya a hacer daño a otro ser humano por mucho que proclamen el “haz lo que quieras”. Se tenga el punto de vista que se tenga respecto a este aspecto, creo que la serie ha colocado un cebo muy bueno (en el fondo pienso que el ángulo de la cámara ha sido intencional), porque ha sido una manera de identificar las ideas políticas con las religiones.
Antes he mencionado a La Vey, que aparece de nuevo en este capítulo en forma de alucinación. Langdon, tras cuatro días sentado en el pentáculo sin beber ni comer, empieza a sufrir una serie de visiones que aparentemente tienen muy poco sentido, hasta que La Vey se aparece ante él diciéndole que es todo lo que esperaban, “el alfa y el omega; el que es, el que fue, y el que vendrá”. La palabra “alfa” ya apareció en el capítulo cuatro para hablar sobre la posible programación MK Ultra que se estaba llevando a cabo con Mallory, con lo cual no me pilló de sorpresa encontrarme de nuevo con estas palabras teniendo en cuenta el estado mental en el que se encuentra Langdon. La personalidad de Langdon, además de poseer rasgos psicopáticos sin duda alguna, se ha caracterizado hasta ahora por ser una personalidad de tipo dominante, muy segura de sí misma y de alguien que sabe que no tiene rival. Pero Langdon también ha sufrido momentos de derrumbe emocional muy radicales y abruptos, estados de confusión donde ni siquiera parece saber muy bien ni quién es, como sucede en esta escena, y digamos que esto de alguna manera es lo que le hace más humano ¡pero atención! porque esto se corresponde con la actitud que muestran las controlados MK Ultra con varios alter. Cuando La Vey se refiere a Langdon como el alfa y el omega, podemos entender con el primer término que Langdon ha sido programado para que en un futuro él programe a otros, pero cuando menciona el término de omega está haciendo referencia a la programación para la autodestrucción, el suicidio. Y buscado información respecto a este tipo de programación Omega, he descubierto que también se hace llamar como Código Verde, y el protagonismo que adquiere el color verde en esta temporada en lo que respecta a la nueva era, los nuevos comienzos, y el mismo Satanás es especialmente destacable.
La conversación que Langdon mantiene con Madelyn (Harriet Sansom Harris), a quien conoce en la iglesia de Satán, es imperdible de principio a fin porque resume casi todas las bases satánicas punto por punto. Sacrificios humanos a Satán para conseguir cualquier cosa, aceptación de los impulsos más primarios del ser humano, y sobre todo y más importante, un odio profundo hacia la especie humana. Siendo objetivos, casi cualquier religión del mundo es misántropa porque parten de la idea de que el ser humano es pecador por naturaleza. La diferencia es que el satanismo no busca redimir el alma humana realizando buenas acciones, sino que abraza esa parte putrefacta y degenerada porque considera que esa es su verdadera naturaleza, y por tanto, el infierno es el único destino que todo ser humano que acepte su naturaleza tal como es debe desear. Estaríamos hablando de una programación MK Ultra de tipo Omega a gran escala. Y aún así, hay un dilema para el que no encuentro conclusión por muchas vueltas que le de. La relación de los términos Omega o Código Verde con el personaje Michael Langdon no parecen simples casualidades, pero se supone que Langdon es el Anticristo, el hijo de Satán, alguien que está por encima de todo conocimiento humano. Entonces ¿cómo es posible que un super humano como él pueda ser un programado MK Ultra? Mi hipótesis a este respecto (y un poco fuera del argumento general de la serie) es que la élite podría usar a un programado MK Ultra como anzuelo para hacer creer que es una especie de elegido, cuando la realidad es que están empleando en él una tecnología muy avanzada pero desconocida para la mayoría de la población; de ahí que enseguida crean que se trata del verdadero Anticristo. Algo así como un proyecto Blue Beam aplicado en seres humanos.
Dejando esto al margen por el momento, ahora vamos a ver otro tema más que interesante que tiene que ver con la tecnología que está por venir, porque según los satanistas de la serie, esto también forma parte del satanismo, y es la creación de androides exactamente iguales al ser humano. En este caso, Langdon desea recuperar a Mead y para ello acude a Kineros Robotics, un super centro de inteligencia artificial dirigido por dos satanistas declarados (es aquí cuando entendemos por qué Mead nos era presentada desde los primeros capítulos como un androide). Para la creación de Mead, Langdon ha usado los recuerdos que tiene de ella, pero en realidad no hay nada que proceda de la propia Mead, aunque sea tan solo una parte de su cuerpo. Y ahora, vamos a ver en el capítulo nueve para qué está sirviendo el androide creado por Jeff (Evan Peters) y Mutt (Billy Eichner), los dos satanistas de Kineros Robotics.
Lo que aquí estamos viendo son las instrucciones que Jeff y Mutt le están dando a Langdon a través de Mead. Aquí sí que podemos decir que Langdon está siendo programado literalmente. Hay varias cosas que comentar, y empezaré hablando sobre esta novedosa modalidad de espionaje a través de la inteligencia artificial. Ya sabemos de sobra que todos nuestros datos están más que recogidos por compañías de todo tipo gracias a que nosotros voluntariamente hemos accedido a dárselos a través de las aplicaciones y redes sociales que usamos en el día a día, pero la serie ha planteado una forma de espionaje que es del todo interesante. No emplearé la palabra transhumanismo, pero entre ésta y la inteligencia artificial hay un minúsculo paso de distancia. ¿Qué pasará el día en que el ser humano empiece a sentirse más a gusto conviviendo con androides que con otros humanos? Si la misma webcam de nuestro ordenador ya es una cámara de Gran Hermano que nos graba sin nosotros siquiera darnos cuenta, no me parece nada descabellado pensar que detrás de nuestros futuros robóticos compañeros pueda haber un Jeff y un Mutt indicándonos lo que debemos pensar y lo que debemos hacer.
Siguiendo con el tema de la serie, habéis visto como en el último fotograma Langdon habla de empezar siendo embajador. El contexto de esta frase tiene que ver con el hecho de que nuestro Anticristo quiere convertirse en presidente para empezar la construcción de su nuevo mundo; si ya en el capítulo anterior había hablado sobre la estrecha relación entre religión y política, lo que vemos en esta ocasión es la confirmación de que ambos conceptos son prácticamente un tándem; sin embargo, esta idea les parece nefasta hasta a Jeff y Mutt, quienes saben muy bien que los que realmente lo manejan todo no son los que están en primera línea, sino los que están detrás.
La Cooperativa es una organización misteriosa que fue nombrada por primera vez en el capítulo dos, y resultan ser los Illuminati. Jeff y Mutt le entregan a Langdon una hoja con algunos de los líderes mundiales que forman parte de La Cooperativa/Illuminati, como el dictador norcoreano (vaya sorpresa), o Bill Clinton (esto sí que es una sorpresa), aunque la sorpresa ya inesperadísima del todo es cuando le cuentan de que todos y cada uno de los nombres que aparecen en esa lista le han vendido el alma a Satanás. Y todo esto mientras esnifan rayas de cocaína como si no hubiera un mañana mientras se quejan de lo estúpida que es la gente por querer gratificaciones inmediatas. Estos dos personajes cómicos son los que le hacen saber a Langdon, el Anticristo, que los líderes más poderosos del planeta forman parte de un grupo llamado Illuminati, que esos líderes le están esperando a él para dar comienzo a un nuevo orden mundial, y que además, ese nuevo orden comenzará con la destrucción de gran parte del planeta activando unas bombas nucleares; es decir, es aquí donde se gesta la idea que da comienzo a toda la temporada. La serie es honesta confesando que realmente existen uno o varios grupos adoradores del diablo que además son líderes mundiales, pero la técnica de desviar la atención dando nombres que todos ya conocemos es un poco más tramposa, entre otras cosas, porque ya sabemos que no es tan importante el que está delante como el que está detrás.
Las imágenes de arriba son los magos y las brujas asesinadas por Langdon. Esos dos bandos que estaban enfrentados entre sí acaban aniquilados si aquel que está por encima de ellos así lo quiere, lo cual nos debería dar una idea bastante clara de por qué en las divisiones entre los propios ciudadanos (da igual si son por cuestiones de política, religión, sexo, etc…) los únicos ganadores son precisamente los que han creado esos bandos intencionadamente. Por cierto, la última imagen corresponde a Langdon premiando a Dinah por haberle dado acceso a la mansión de las brujas.
Las miles de teorías de conspiración que inundan la red, véase sacrificios humanos a Satanás, la existencia de los Illuminati, la programación MK Ultra (aunque esta es mucho más subliminal), o bases secretas construidas para la élite en caso de desastre nuclear/medioambiental, son reconocidas en esta serie. Nos las han ido enseñando todas una a una.
Como habéis visto en las imágenes de arriba, nos están confirmando otra de las grandes leyendas negras acerca de las leyes del éxito mundial; no eres nadie hasta que no le vendes tu alma al diablo, y eso a veces implica hacer sacrificios humanos como los que Dinah Stevens proporcionó a Langdon en el capítulo nueve.
No voy a extenderme demasiado en el final de Langdon porque acaba de la forma prevista. En el capítulo diez, previo autosacrificio de Cordelia como veis en la primera imagen, Mallory logra retroceder a la época en la que Langdon aún no había conseguido tanta influencia y le atropella en repetidas ocasiones, y como se puede apreciar, tanto la resistencia contra el Anticristo como el Anticristo en sí acaban muertos haciendo la postura de Baphomet. No ha habido sorpresas, la MK Ultra de las brujas gana la partida, y no solo eso, sino que además, al haber sido capaz de burlar las leyes del tiempo para cambiar la historia, para cuando ingresa en la academia de brujas en el 2015, ella es la única que sabe todo lo que ha pasado; sus hermanas, como ellas las llama, obviamente no saben nada porque su historia ha cambiado desde la muerte de Langdon. Resumiendo, podría decirse que Mallory se hizo con el control de toda la situación, porque finalmente ha pasado de programada a programadora, como ya se vio en el capítulo cuatro, y ella misma se da cuenta de eso: “Es extraño saber que tienes el poder de cambiar el destino de otros”.
Para rematar el análisis de la serie, simplemente voy a dejar varios fotogramas de los últimos minutos del capítulo porque no necesitan explicación. Lo que voy a hacer es crear un último artículo donde plasmaré algunas conclusiones que he sacado al respecto al final de temporada, y donde también hablaré de temas que se han visto en la serie y que tienen sus paralelismo ahora mismo en la vida real, además de comentar las reacciones que ha tenido la gente en cuanto a la serie en general. Sin más, lo único que os voy a contar para poneros en contexto es que esto sucede en el año 2020, y que los dos jóvenes que aparecen son los que fueron salvados del apocalipsis nuclear por el gobierno por su genética.
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